martes, 10 de septiembre de 2013

Mi viaje por Asia.

Pues mi viaje por Asia en moto ya lo haré algún día. Por lo pronto, y aunque no es lo mismo, la verdad sea dicha, el pasado viernes por la tarde mi hermano Oliver organizó una improvisada ruta por la Sierra Sur de Jaén. Cuántas veces hemos dicho u oído  "con lo bonito que es nuestro país, nuestro entorno, para qué  poll.s  vas a cruzar fronteras", y en parte coincido pues dejémonos de tonterías, yo no me voy a recorrer Europa en moto porque no puedo, porque no tengo no el tiempo ni el dinero, pero sí tengo más facilidad para ir al Embalse del Víboras, de modo que, por ahora, me conformo con conocer lo que tengo a mano, pero esa conformidad no es resignación, no os confundáis,  pues no significa que no merezca la pena, al contrario, prueba de ello es que lo comparto con vosotros. 

 Puntualmente (a nuestro estilo, no al británico) Willy, Juan, Diego, Oli y yo partimos de Jaén por la Autovía del Olivar (sí, la A-316, yo tampoco sabía que se llamaba así) en dirección a Martos. Una vez allí,  lo cruzamos buscando el polígono industrial, desde donde parte la carretera JV-2213 que lleva a La Carrasca y de ahí a Las Casillas donde se encuentra el embalse del Víboras o Bíboras, pues que sepáis que nada tiene que ver su nombre con estos simpáticos reptiles, sino con la a evolución fonética de Bib-Bora del árabe andalusí,, por encontrarse en el lugar de acceso a la antigua ciudad turdetana de Bora, localizada en el Cerro de San Cristóbal  (ahí lleváis wikipedia). El trayecto entre Martos y Las Casillas es una continuidad de curvas cerradas para circular en marcha corta, el piso no es una maravilla ni tampoco la anchura de la calzada, pero no hemos venido a eso... A falta de un par de horas de luz, el ámbito es cálido que no caluroso, y con la visera en alto daba gusto pasear entre los olivos.

Quizás el mejor tramo es el previo a la llegada del embalse, cuyas vistas son especialmente bonitas habida cuenta la situación en la que se encuentra la aldea de "Las Casillas" (me consta que tiene dos bares pero no los he visitado),  como dijo más de uno "aquí duermen con el flotador debajo de la almohada...". Pero, para mi gusto y desde la misma presa, más interesante es la vista del Castillo del Víboras. Una construcción del sigo IX cuya visita queda pendiente, pues es de fácil acceso y tiene una historia digna de mención relacionada con la Encomienda de Víboras a la Orden de Santiago de Calatrava , pero creo que me la reservaré para un entrada sólo de castillos (a estas alturas del blog ya habréis apreciado que me gustan los castillos y los pantanos, entre otros cientos de miles de cosas).


Al fondo, el Castillo de Víboras





Las Casillas y el embalse.

Grandes moteros (aunque Diego aún no lo sepa, lo es).






La primera, la Benoli.
Tras una parada cigarrera en el embalse, nos dirigimos hacia la A-316, pues no podíamos seguir hasta Alcaudete por la JV-2214 según había previsto nuestro "road oLider". Dicen que para la moto ese es el mejor tramo de esta ruta, esperaremos a que terminen las obras y quizás mis sobrinos puedan hacerla alguna día...

Diego en acción
Un tramo rápido hasta Ventas de Carrizal, desde donde seguiríamos en parte el Río San Juan en dirección a Valdepeñas de Jaén. La próxima vez que paséis un atardecer de primeros de septiembre por la N-432 (la que lleva a Alcalá la Real y Guadix) fijaos en la estampa del primer puente sobre el Río San Juan, justo antes de llegar a las Ventas de Carrizal, una maravilla.

A partir de ahí y a un ritmo de paseante seguimos nuestro camino, unos deleitándose con las curvas otros con los paisajes, y creo que todos con ambas cosas. Es una carretera que todo motero debería hacer, y la verdad es que la hora elegida, sobre las ocho de la tarde, es perfecta para que el sol no moleste y disfrutar de esa luz de atardecer mientras curva tras curva te adentras en el corazón de la Sierra Sur de Jaén.

A la espalda de Willy y Oli queda la ruta hecha, y las mejores vistas. (La foto es tremenda).
Por regla general, y la verdad, por espacio para parar,  en esta vía nos detenemos  en el cruce con la carretera que lleva a Frailes. Si tenéis ocasión de hacer este tramo y a estas horas, os aconsejo parar un kilómetro antes y disfrutar de una preciosa puesta de sol, merece la pena, aunque os juguéis el tipo (yo no lo hice esta vez y me arrepiento).
Cruce A-6052 con la JV-2262 "El Cruce de Frailes"

Con tanto deleite y paseo contemplativo, esta vez la noche llegó primero a meta, de modo que prácticamente desde Valdepeñas  a Jaén, pasando por Los Villares lo hicimos de noche. Este es otro tramo clásico de los moteros de la capital del Santo Reino. Recuerdo que mi primera gran travesía en moto con Oli y Joaquín fue esta ruta en sentido inverso, qué grandes viajeros éramos entonces...

Lamentablemente la noche nos impidió disfrutar de unos de los mejores tramos de esta ruta, tanto por la calzada como por las vistas, de modo que la próxima vez que no pueda ir a dar una vuelta por Asia en moto, lo mismo me acerco a Los Villares a dar vuelta a algún chalé  y de ahí a Valdepeñas, que entre otras cosas tienen muy buena óptica y muy buena autoescuela.

Ruta
Finalmente, sobre las nueve y media llegamos a Jaén, directos a brindar con la suerte por habernos acompañado, tradición esta que no se debe perder entre los moteros, pues tan bien lo pasas encima de la moto como sentado en una terraza de un bar, con varias sillas ocupadas con cascos, cazadoras, riñoneras etc... y   conversando sobre de la ruta hecha y de las muchas que quedan por hacer. Momento este que debe tomarse con mesura, pues en mi caso particular se me alargó un poco más de la cuenta. (Gracias Willy, Juan y Diego por acompañarnos en la ruta motera, y también a los que me acompañaron en la ruta barítima).

Quizás esperabais otro fin de semana motero, quizás una ruta por Ásia, pero lo cierto es que como dije en su día, este blog no está más que para compartir buenos momentos, y os puedo asegurar que la tarde del viernes fue muy bueno.



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