lunes, 31 de agosto de 2015

EL EMBALSE DEL JANDULA

Todos soñamos con grandes viajes en moto, pero como ya he dicho en alguna otra ocasión, no podemos viajar a Asia en una mañana de domingo, por ello me gusta hacer entradas en el blog con destinos algo más cercanos, y por ende, más asequibles para la mayoría, en este caso, de motoristas de la provincia de Jaén. 


Para preparar esta ruta tan sólo abrí el google maps y revisé qué carreteras aún no había recorrido, por lo que la podemos llamar una "ruta de exploración", por eso, ya que no sabíamos qué tipo de carreteras íbamos a encontrar, mejor no comprometer al grupo, pues es más cómodo hacerlo entre los dos, una vez más Oli me acompañaba.







El video de la salida.

La ruta es sencilla, por hacerla circular nos fuimos hasta Méngibar por autovía, luego Cazalilla, Villanueva de la Reina, y de ahí en dirección a La Quintería, por ser desde donde parte el paso bajo la A-4 que enlaza con la JA-5012 , de ahí a la carretera de la Virgen de la Cabeza (A-6177) para desviarnos al pasar el Restaurante los Pinos por la JH-5002 que lleva al embalse del Jándula. El regreso, por la A-311 que el calor apretaba las ganas de un baño y una cerveza...




Desde La Quintería el estado del firme deja mucho que desear. Es una ruta inminentemente trail, de hecho el último tramo hasta el mirador del Jándula es una pista muy rota, vamos, vestigios de una antigua calzada de la que tan sólo quedan algunos metros de piedras. En general es de arena, y tiene tramos con grandes socavones que exigen especial atención por lo que se hace aconsejable hacerla de pie sobre las estriberas.

El paisaje es una maravilla, como poder contemplar el Santuario de la Virgen de La Cabeza desde una perspectiva inusual (a mitad de la pista, desde el mirador no se ve). Merece la pena repetirla en primavera, pero insisto, que no ya por los 15km de pista de la ruta, sino por el mal estado del firme de muchos tramos de carretera, es un ruta para disfrutarla en moto trail.


V'sss




lunes, 20 de julio de 2015

MARRUECOS 2014

Mil, quizás dos mil, o incluso algunas más... Son las veces que he intentado escribir la crónica sobre mi viaje a Marruecos. Todas fallidas. La experiencia que supuso me llevaba a tratar de detallar cada uno de los recuerdos del mismo, simplemente para no perder lo más mínimo de semejante viaje desconfiando de mi memoria. El viaje a Marruecos fue un viaje distinto, especial, más allá de la aventura, el encuentro súbito con una cultura absolutamente distinta  y el hacerlo desde encima de una moto hacen que la experiencia adquiera el calificativo de vital, comprendiendo muchas cosas, asumiendo nuevos conceptos, desmitificando estereotipos, y añadiendo nuevas premisas para abordar el día a día, de lo poco que se necesita realmente para vivir, y dando de fe de que no es más rico el que más tiene sino el que menos desea.

Además supuso también, la reafirmación de que tu casa puede estar en un macuto en la parte de atrás de tu moto, aunque sólo sea la segunda residencia y la visitemos de tarde en tarde.

Guardo muchas fotografías, y aún más recuerdos, y reconozco que el video es bastante simple, pero creo que las fotos escribirán por mi la crónica que nunca hice.

Gracias a quienes me animaron, llevaron y acompañaron en aquél viaje.



martes, 5 de mayo de 2015

Sierra de Montoro y Cardeña


Una salida productiva, satisfactoria (enlace al video). Muchas veces no se trata de hacer más o menos quilómetros, sino de disfrutarlos, y la ruta que os muestro hoy es de esas, que no siendo larga, es gratificante, divertida, plena... pues eso, satisfactoria:


Salimos desde Jaén en dirección a Andújar, por la A-311, una carretera rápida con buen piso. Antes de llegar a Andújar, nos incorporamos a la E-5, y en breve  tomamos la salida en dirección a Marmolejo.


En esta ocasión (y en la anterior que hice esta ruta, cuando los compañeros de MotoJaén me dieron a descubrir esta maravilla) paramos a desayunar en Marmolejo.



Después del desayuno (Bar Borrego, no escatiman en mantequilla ni jamón) salimos de Marmolejo por la A-420, y al poco cruzamos el Guadalquivir por un paraje espectacular.
Recomiendo salir de la carretera por la izquierda antes de cruzar el río en el sentido Cardeña, y bajar hasta la misma orilla, en este tiempo, el verde lo inunda todo y merece la pena la parada, por lo que si hacéis esta ruta, ya sabéis: termo y bocadillo, y desayunad  a pie del Gualdalquivir, bajo el puente renacentista:



Vista frontal del paraje

El lugar recomendado.

Vista del malogrado Balneario de Marmolejo

Espectaculares paisajes de subida
En breve llegamos al Embalse del Río Yeguas, pasamos de largo por conocerlo, pero si hay tiempo, no está de más parar. A partir de ahí nos encontramos con unos quilómetros en el que el piso está muy deteriorado,  es poca distancia y en pocos metros empieza la subida en dirección Venta del Charco, los paisajes que irán quedando a nuestra derecha merecen alguna que otra parada, aunque con cuidado, porque son pocos los miradores.


El asfalto está en muy buenas condiciones.


 El final de las curvas nos anunciará la próxima llegada a la Venta del Charco, que se incluye dentro del Valle de los Pedroches con su particular paisaje de encinas.
Antes de llegar a la Venta del Charco el paisaje es el propio del Valle de Los Pedroches.

Unas rectas para descansar.
Una larga recta nos llevará hasta la rotonda en la que debemos dirigirnos hacia el Centro de Visitantes Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, de esa salida parte mi queridísima CO-5101, que entre monte y fincas privadas nos llevará hasta Montoro, olvidaros de buscar una pista, está todo cerrado
.

Se nota que han asfaltado toda esta carretera en los últimos años, esta completamente nueva, sin baches ni deterioros, y mantiene su trazado original, serpenteando primero entre valladas fincas de ganado, donde las reses pastan bajo la agradecida sombra de las encinas, y después por plena sierra y bordes de barrancos. 
En su primera parte, los árboles de las cunetas cierran prácticamente el paso al sol, componiendo un paisaje idílico... pero vamos a lo que vamos, tras la primera parte dela carretera, la vegetación se abre y permite tener mayor visibilidad, lo que se traduce en poder trazar las curvas con más seguridad y por supuesto, de forma más divertida.
Oli en plena acción.
Cualquier lugar es bueno para disfrutar del paisaje, pero os recomiendo continuar unos quilómetros, hasta llegar al Valle del Arroyo Arenoso, distinguiréis el punto por las piedras que existen en el lado derecho de la calzada. La carretera es espectacular,  pero hay que tener cuidado, pues hay mucho ganado y es habitual el paso de vehículos 4x4.
CO-5101 


Valle del Arroyo Arenoso.

Al pasar estos miradores, el tráfico se intensificó por existir más viviendas de recreo, por lo que se debe extremar la precaución, la carretera sigue estando plagada de curvas, con buen peralte y que invitan dejar algo de goma pegada... Así llegamos al puente sobre el Arroyo Arenoso, en esta ocasión con bastante agua, y de nuevo más curvas enlazadas hasta llegar a la N-420 que llega hasta Montoro, donde no llegamos a entrar, aunque desde luego merece una visita.



En primavera es todo un espectáculo.


Ya en Montoro optamos por seguir por la A-309 hacia Bujalance, en busca de la A-306 que nos llevase de vuelta a Jaén, con una parada para reservar mesa en una terraza en la que poder comentar la jugada.
De Montoro a Bujalance no hay mucha sombra en la que parar....


En definitiva, poco más de 200km muy, muy bien disfrutados. De hecho creo que se ha ganado ser la ruta para el IV Aniversario de MotoJaén... ahí va la primicia...

Y por fin llegamos a "Meta". Y ahora, sí, os dejo el video, nos vemos en la carretera.


La meta:

martes, 10 de marzo de 2015

Otro tipo de crónica...


¿Cómo es un domingo en moto?

   Cómo cambian las cosas. Recuerdo cuando empecé a hacer crónicas endureras, me llevaba horas preparar mi publicación. Ahora, basta una cámara y un buen programa y te lo monta en unos minutos, no tiene la calidad del relato con fotos incrustadas, pero no dejan de ser entretenidas. Así las cosas, parco en palabras y rico en estampas, ahí va el video de mi última salida, espero que os guste, aunque no creo que renuncie a la crónica escrita...


    Os recomiendo verlo en calidad 720, tardará más en cargar pero merece la pena.

RUTA: Jaén - Cambil -Huelma - Estación de Cabra - Alicun de Ortega - Dehesas de Gudaix -Villanueva de las Torres - Fonelas - Belerda de Guadix - Darro - Jaén




V'ssss



lunes, 2 de marzo de 2015

Embalse de Vadomojón y Laguna del Salobral

    Confieso que sueño con grandes viajes. Sí, cuando dispongo de algo de tiempo me gusta pensar en organizar viajes por África, Europa, América... en plan "overlander", y está bien, porque, ¿quién sabe? quizás algún día pueda hacerlos, y lo a gusto que me duermo  soñando con esos proyectos.

    Pero lo cierto es que el tiempo y la circunstancias reducen a unos pocos elegidos -valientes- este tipo de viajes, de manera que cuando llega un sábado o un domingo por la mañana y te ves con tiempo limitado, escaparte a cincuenta quilómetros te resulta en se momento tan gratificante como hacer la Carretera Austral.

   Justo lo que me pasó el domingo. El sábado hicimos una ruta previa a la XXI Concentración del Día de Andalucía de Torredelcampo. Sobre la concentración, sinceramente, es una pena que un evento con tanta solera queda año tras año empañado por una concentración de indocumentados en ciclomotor haciendo el subnormal, creo que la organización y las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. Al igual que sucede con el problema de los coches. Hay un único acceso al lugar de la concentración,  que año tras año se colapsa por la cantidad de coches que intentan acceder, y que, como todos los años no caben y deben dar la vuelta, e impidiendo que las motos accedan con fluidez. Lo que más me indigna es que la mayoría de los que van en coche son gente ajena al mundo de la moto que acude a ver el espectáculo, y en su derecho están y parte de la concentración es para eso, pero por favor, respeten a las motos o terminan con la "feria".

   A lo que voy, por circunstancias que no viene al caso, el domingo a las siete de la mañana estaba ya cansado de estar en la cama.  Barajo pocas opciones de ocio y casi siempre gana la misma: la moto.  Me marqué estar de regreso sobre las once y media, por lo que mi destino debería ser cercano, de modo que opté por acercarme al Embalse de Vadomojón, harto de ver su mancha azul en el Google Maps, ya era hora de conocerlo frente a frente.

   En cuanto a la ruta, dejé que el GPS se encargara. De este modo, tomé la Autovía A-316 hasta Martos, abandonándola en la primera y salida, entrando en Martos y tomando la primera rotonda a la derecha, para seguir la J-213. 

   Las carreteras comarcales como las que seguiría a partir de entonces se caracterizan por su mal estado, tanto de firme como de suciedad (acumulaciones de tierra por el tránsito de tractores). Son carreteras que han quedado relegadas a un uso agrícola, de modo que ya os adelanto que la ruta que hice no es apta para motos R, y sí divertida para las trail (hay muchos tramos que son prácticamente pista).

Al llegar al cruce que aparece en la fotografía, tomamos la "carretera" de la izquierda, que nos llevarán sin posibilidad de error a enlazar con la JV-2141. Hay mejor camino, pero quizás no sea tan divertido. Las perdices se cruzan en el camino con el firme deformado, avanzando por un mar de olivos.


   Seguí la JV-2141 hasta la provincia de Córdoba, camino de Albendín.

   Una vez entramos en la provincia de Córdoba, cambia la cosa... el asfalto parece nuevo, negro, del que agarra... la carretera no está sucia y en algunos tramos tiene marcado el doble sentido. Los trazados son de curvas suaves, y entonces, pasado lo anterior es cuando te vienes arriba y puede que le retuerzas de más la oreja a la moto, ojo porque la carretera no deja de ser peligrosa.





    Así llegué a Albendín, una bonita pedanía de Baena, que al parecer cuenta con una destacable Semana Santa, y una famosa Noria que no vi, me llamó más la atención una enorme cruz blanca.

Hay que cruzar el pueblo para seguir la carretera que lleva hasta el Embalse, la CP-104. No tiene pérdida porque está bien señalizado, sin dudas para Albendín su embalse es muy importante, hasta tienen un Club Náutico... En cualquier caso, el pueblo merece una visita, más información AQUÍ

   Como decía, es cuestión de seguir la carretera, la gran presa se ve desde lejos, resulta imponente la verdad, el acceso es fácil, una vez termina la carretera, a la derecha se encuentra el Club Náutico, que estaba cerrado. Está todo limpio y bien cuidado, así que aprovechando unos bancos que hay con vistas (lástima de una tela metálica) saqué el termo y me tomé un cafelito, sana costumbre que tenía abandonada. Las vistas están bien, pero tampoco para tirar cohetes...




Aprovechando que iba sólo, me tomé mi tiempo para probar el "self stick", un palo...






 La Triumph encuentra en este tipo de carreteras y caminos su medio ideal.



El termo puede ser un buen compañero de viaje



 La presa es más espectacular desde el otro lado.





Tras las fotos de rigor y recoger las cosas, el siguiente destino estaba muy cerca, la Reserva Natural de la Laguna del Conde o Salobral. Pero antes, la carreterilla me llevó a disfrutar de los paisajes que desde la presa no se aprecian. Desde lejos veremos el embalse y parte de la sierra sur de Jaén..
Mucho mejor desde esta perspectiva.
El paisaje bien merece una salida a la cuneta (voluntaria)
Entre montes y olivos.

La misma CP-104 y me llevóa este punto (no cambió el tiempo, es la foto de google):

La ruta elegida sigue recto, pero merece la pena hacer una parada (en el parking, pues las motos no pueden acceder por la pista que lleva a la laguna), y acercarse hasta el agua, donde existen multitud de aves acuáticas.
Ya cansa la restricción para motos...


A partir de ahí, no hay perdida, es cuestión de seguir hasta dar con la N-432, disfrutar de su buen estado y las curvas que nos separan del cruce para coger la A-316, de largas rectas y rápidas curvas, para llegar a Jaén justo a tiempo de tomar unas tostadas con aceite, y hacer hora en el parque con los sobrinos hasta el momento de echar una caña.

Laguna del Salobral
En definitiva, hacía tiempo que no escribía en el blog, y lo he hecho con una entrada de una ruta pequeña pero entretenida, porque ya hay muchos blogs y foros de grandes viajes por el mundo, cuando la mayoría de nosotros lo que hacemos son estas pequeñas rutas, somos overlanders de 
cercanías...

Un tipo feliz, pensando en la siguiente (con el trapo de secar la moto por braga al haber olvidado la de forro polar)

V'sss.


La ruta:


miércoles, 18 de diciembre de 2013

NOVATO, ATIENDE

          No me cabe la menor duda de que el sentido último de subirte a la moto es DISFRUTAR. Nos cuesta mucho esfuerzo y trabajo poder comprar la moto, muchas discusiones con la familia, mucho tiempo ahorrando para equipación y privarnos de mucho para comprar extras y mantenerla. Demasiado sacrificio como para luego no disfrutar a lomos de nuestra querida máquina.

          Últimamente he tenido ocasión de salir a rodar con compañeros que llevan muy poco tiempo en esto de las dos ruedas, y en mayor o menor medida, coinciden en ciertos complejos absurdos que bien pueden frustrar la recompensa al esfuerzo al que me refería. 

Novatos.- No creo que exista ningún buen motero que ya lo sepa todo. Todos aprendemos algo cada vez que nos subimos a la moto, ya sea porque conocemos mejor nuestra montura, porque aprendemos qué cazadora ponernos o no, o simplemente aprendemos nuevas rutas. Todos somos novatos porque nunca terminamos de aprender.  No obstante, hay que ser consciente de la experiencia de cada uno, no vayas de sobrado con veinte mil km a las espaldas ni de humilde con medio mundo recorrido. Esta afición tiene un manual muy sencillo: kilómetros, cuantos más hagas, más irás aprendiendo,  y mientras te queden kilómetros por hacer, te quedarán cosas por aprender. Y como todo en esta vida, unos aprenden más fácilmente que otros, no te compares con nadie, lo bueno de los moteros es que somos únicos.

Miedo y respeto.- El día que tengas miedo a subirte a la moto, no lo hagas y véndela. Quien teme la moto se cae sí o sí, de modo que no tengas miedo a la moto, respétala. Y para ello es fundamental que la conozcas, y eso sólo es posible haciendo kilómetros. Poco a poco, sin darte cuenta rodarás más seguro, porque poco a poco irás conociendo más tu moto y sus límites (insospechados, créeme), pero todo ello requiere que respetes la moto y que respetes tus posibilidades. Hay un dicho que dice que sólo hay dos clases de moteros, los que se han caído y los que se van a caer, procura pertenecer el máximo tiempo al segundo grupo, y que pases al primero de forma leve.

Prudencia.- Siempre hay que ser prudente, ojalá muchos conserváramos la prudencia de nuestras primeras salidas, seguro que hubiéramos evitado algún susto que otro. La persona que empieza en la moto y es prudente seguro que hace cientos de miles de kilómetros. Con el tiempo, esa prudencia se convierte en algo natural, en el sentido de que no necesitas tener presente que hay que tener cuidado, y lo notarás cuando andando, en coche o en moto, instintivamente te fijes en como alguien se salta un ceda, como cambian de carril sin señalizarlo etc... recuerda, los moteros tenemos un instinto de conservación muy desarrollado al ser los más débiles en la carretera. La prudencia es la que nos mantiene aún rondando.

"Fulanito se mató con la moto".- Todas las semanas cae algún compañero y por desgracia es así, no hay que mirar hacia otro lado ni evitar hablar de ello, es real. Quien el domingo se va jugar al paddel sabe que volverá a casa a echarse una cerveza, nosotros debemos tener presente que las dos ruedas permiten pocos fallos y que efectivamente, en un fallo podemos perder la vida, pero ojo, que esto no nos dé miedo, sino que nos infunda respeto. Recuerda siempre que desde que arrancas la moto hasta que la dejas en la cochera te juegas el tipo, y no me vale el que también te puede caer una maceta en la cabeza paseando, señores exponemos la vida al subirnos a la moto, no lo olvidéis.  Por lo tanto, no debe ser un tema tabú, nos duele, y mucho, cada vez que sabemos de alguien  tiene un accidente, pero asumiéndolo nos ayuda a ser más respetuosos y prudentes.

No salir sólo.- No sólo porque podamos tener una avería o algo peor, sino porque cuando empezamos en esto de la moto podemos adquirir vicios o malos hábitos en la conducción. He salido y viajado mucho sólo, pero cuando más aprendo sin dudas es cuando voy siguiendo el rastro de alguien con más experiencia. De modo que de salir sólo nada, para eso estamos tus compañeros. Salir en grupo no es sólo el  buen rato del café o la caña, es observar a tus compañeros en carretera, aprender de ellos y por qué no, regañar al que corresponda. Los moteros son gente extraordinaria, recuérdalo.

Preguntar.- Si no sabes algo, pregunta. No te cortes, pregunta por qué el que te precede no ha tocado apenas el freno en las curvas, por qué sabía que la curva se abría al final, sobre mecánica, sobre tu moto, sobre las botas o los guantes, sobre todo lo que se te ocurra. Y ten presente las respuestas cuando te subas de nuevo a la moto.   Si no sabes la respuesta jamás tu pregunta será absurda.

"-¿Me habéis esperado mucho?".-Típica pregunta del principiante, que cuando pierde de vista a los que le preceden cree que los segundos son horas, y que cuando alcance al grupo éstos llevarán horas esperando. En carretera, para sacarle a alguien 10 ó 15 minutos hay que ir muy deprisa, mucho, y por supuesto pasándose por el forro el respeto, la prudencia etc... De modo que por lento que vaya el último, no son largas las esperas. Además, tampoco pasa nada por esperar a un compañero, de hecho es hasta gratificante ver cómo nos reagrupamos y comentamos la curva aquélla, la gravilla de la otra, o nos ponemos bien o el guante, las paradas nunca está de más. 

"-Gracias por esperarme".- Gracias por nada. ¿No pertenecemos a la gran familia motera? Pues entonces no hay que dar las gracias por nada. Tengo la suerte de pertenecer a MOTO JAEN (en Facebook), un grupo de grandes moteros y mejores personas. Somos un grupo variopinto, con gente y motos de todas clases, los hay con miles y miles de kilómetros a la espalda, los hay con apenas unos cientos, rápidos, lentos, de todo, y por eso cuando salimos cada uno va a su ritmo, el ritmo que el respeto y la prudencia aconseja, que lógicamente es distinto para cada uno, de modo que a los pocos kilómetros por selección "natural" el orden de marcha del grupo está definido. Sólo de esa manera disfrutarás de tus salidas, si vas pendiente de no perder a los demás, de que no te esperen o de no obstaculizar a los que te siguen, no disfrutarás de la moto, y entonces todo el esfuerzo no habrá servido de nada. Y recuerda al terminar que, los que te acompañan han disfrutado tanto o más que tu en esa ruta.

Así que, compañero, disfruta de la moto sin complejos y con cabeza.

Quedo a vuestra disposición, nos vemos en la carretera.


domingo, 29 de septiembre de 2013

EL PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES

No viajo a la ligera, me gusta preparar mis escapadas, de modo que a cada salida le preceden muchas horas de ordenador trazando rutas y alternativas, obteniendo información de los pueblos o parajes que visito, y cómo no, tener la moto y el equipaje a punto. A estas alturas no os tengo que decir que me gusta mucho subirme a la moto, de modo que no me importa quitarme de siestas o trabajar una hora más al día para poder escaparme y tratar de disfrutar cada minuto que estoy sobre dos ruedas.
A pesar de tener programado salir a las 17:00h del pasado viernes 21 de septiembre, por razones ajenas a mi voluntad no salí hasta pasadas las 19:30h. Siempre he pensado que la impuntualidad es en gran parte el fruto de la falta de previsión, y en esta ocasión me faltó ser precavido.



Me gustaría poder contaros mi ruta del viernes por la tarde por la Sierra Sur de Jaén y norte de Granada hasta Loja, y de ahí a Ronda, pero tan sólo puedo decir que me subí en Jaén en la moto y me bajé en Ronda (salvo una agradable visita  a la casa de Oscar en Loja, quién junto con Joaquín me acompañaron en esta ocasión). El poco tiempo de luz lo hice en la A-92, el resto del viaje de noche. Llegamos sobre las once de la noche al Hotel Andalucía, bien situado frente a la estación de tren de Ronda, y suficiente a sus fines para moteros, buen trato del personal y muy económico, por lo que es muy probable que la próxima vez que vaya repita máxime cuando tuvieron la deferencia de permitirnos dejar las motos en el patio de entrada del Hotel.

Noche rondeña.
Sin embargo, puedo contaros que ya en Ronda, en Bodega el Socorro (C/ Molino nº4) se comen una carnes magníficas, la recomien, Óscar sabía bien a dónde nos llevaba. Normalmente, estas salidas tras la llegada se alargan de más, por la euforia del momento y del disfrute que se avecina, pero había sido un día largo y nos esperaba otro de pleno disfrute, de modo que tras una buena cena y unos digestivos nos dirigimos al hotel, no sin antes dar un paseo por la noche rondeña (vamos, que nos perdimos de vuelta).






Siempre más madrugadoras.
No necesité alarma para estar a las ocho de la mañana del sábado preparado para pasar un estupendo día de moto. Mientras le quitaba las maletas a la Triumph, mis compañeros terminaban de prepararse y con un ligero retraso -esta vez sí previsto- salimos alegres cual castañuelas en dirección al Embalse de Zahara-El Gastor, por la A-374, bien asfaltada y de curva rápida. Poco antes de llegar al Embalse tomamos la A-2300,  que en peor estado  va rodeando el margen izquierdo del pantano, a primera hora del día las vistas son espectaculares, pero ojo, no hay mas que un par de sitios en los que poder parar con seguridad hasta Zahara.


Subimos hasta Zahara, un bonito pueblo cuya visita merece la pena. Cuando lo atravesamos y emprendimos marcha hacia el Puerto de los Acebuches, nos encontramos con nuestro gozo en un pozo, se celebraba el Rally de la Sierra, y estaban todas las carreteras de la Sierra de Grazalema cortadas, no podríamos llegar ni a Grazalema ni a Ubrique. Cuando antes de salir de viaje consulto la web de los ayuntamientos de los pueblos por los que pasaré, es precisamente para evitar estas situaciones, y lo cierto es que en esta ocasión en ninguna advertían o anunciaban la celebración de esa prueba.

La verdad es que después de haber programado la ruta encontrarse este contratiempo me sentó como un jarro de agua fría, pero para eso están las alternativas. Sin más dilación decidimos dar media vuelta y tomar la única dirección posible, rumbo a Algodonales.  Situación de crisis y parada en un bar motero que hay en la A-384 (clásica parada de las idas al GP Jerez). 

Zahara de la Sierra


Con un buen desayuno con jamón de la tierra (cometimos el error de no pedir un mollete típico, pero la tostada os aseguro no estaba nada mal), optamos por seguir hasta Villamartín, desde dónde tomaríamos la carretera a Prado del Rey (Cádiz) y de ahí llegaríamos al Bosque, donde retomaríamos la ruta inicial. 
Donde se ponga un buen mapa...

La verdad es que esta alternativa no estaba mal, y sin ser carreteras de sierra son bastante entretenidas. La parada en el Bosque duró lo que tardó Joaquín en devolverme la Triumph, ya que habíamos hecho intercambio tras el desayuno (tarde o temprano cederá y se pasará al lado trail). Sin perder tiempo partimos hacia Algar. Este trayecto también me pareció muy bonito, y en primavera debe serlo aún más, las dehesas se suceden con el Parque de los Alcornocales al fondo.



Algar
Ya en Algar, Óscar, que conocía la zona, nos llevó al Tajo del Aguila, para ello es necesario entrar en el Camping del mismo nombre, y la verdad es que son muy amables y no ponen pega alguna, de modo que hicimos una parada para visitar el mirador de dicho tajo, simplemente espectacular, el Embalse de Guadalcacín parece inmenso, interminable. Pero es más, descendimos atravesando el camping hasta un mirador situado más cerca del agua donde hicimos una parada para un merecido descanso.


Embalse de Guadalcacín

Camino del Mirador del Tajo del Águila


Embalse de Guadalcacín.


Mis compañeros y amigos.
Presa del Charco de Los Hurones
Salimos del camping y tomamos dirección a San José, para visitar el que sería un gran descubrimiento, Los Hurones. El cartel oxidado y casi imperceptible no da una idea de la carretera que anuncia, en cabeza disfruté como un enano subiendo los ocho kilómetros que distan del cruce al Charcón de Los Hurones, y mis compañeros igual. El poblado situado al pie de la presa es precioso, la cantidad de agua dota a la zona de un verdor perenne. Tan curiosa como bonita es la Iglesia que lo preside, accediendo por un puente en consonancia con el tipo de construcción. Lamentablemente la carretera se corta en el poblado y no se puede subir a la presa, desde donde las vistas deben ser acordes al entorno.
Poblado de Los Hurones


Venta de Galis
Tras una rápida sesión fotográfica, y ya en plena sierra, emprendimos camino a la Venta de Galis, punto de encuentro motero, donde paramos a tomar un esperado refresco. Seguimos nuestro camino hasta Jimena de la Frontera por una carretera (C-3331) que discurre por el pleno corazón del Parque de los Alcornocales. El estado de la carretera es malo, y en varios tramos está hundida, pero esto todo un espectáculo natural. En algunos tramos los alcornoques se cierran sobre la carretera formando sombríos túneles de tal belleza que cada metro es bueno para pararse y contemplar esa maravilla natural. A mitad de su recorrido, se abre el bosque para dejar paso a espacios más abiertos, siguiendo el valle del Río Hozgarganta, con un cauce de grandes rocas grises que contrastan con el verdor de sus laderas. Aún me lamento por no haber parado para hacer algunas fotos, mejor verlo, vivirlo.






Joaquín.
Óscar, y su maquinón.

El menda.

Habían pasado ya las dos de la tarde, y depósitos y estómagos estaban a la par en vacíos. Llenamos combustible en Los Ángeles, preguntamos por un sitio para comernos la merienda y tras la típica respuesta de áreas recreativas y merenderos del parque natural, la chica de la gasolinera nos dijo de un lugar cercano, junto al río fuera del circuito turístico. Costó un poco encontrarlo, pero no fue muy complicado.

Los Ángeles, al fondo Jimena.
Castillo de Jimena al fondo por la C-3331
El paraje, junto al río Guadiaro era muy bonito, pero lo que no veis en las fotos es los "mini" vertederos que algunos malnacidos ha dejado ¿Tan trabajoso es tirar la basura en una bolsa y ésta a un contenedor? Todavía no alcanzo a comprende como gente que acude a estos sitios a disfrutar de la naturaleza dejan toda su porquería tirada, resulta paradójico, y por desgracia lamentable.


Montamos nuestro particular picnic, y disfrutamos de un ágape estupendo, no nos faltó de nada, aperitivos, ensalada y plato fuerte; aunque sí nos quedamos sin un café después de comer (tomo nota para la siguiente). Qué duro es ese momento en que con la tripa llena vuelves a abrocharte el pantalón (si puedes claro), la cazadora, ponerte el casco y te subes a la moto con la panza presionando el depósito...(nota mental, además de un termo llevar una esterilla para echar una siesta).



La cerveza era sin alcohol.
Nos echaron un cable para terminar la comida

La A-369 a su paso por Gaucín.
Panzas contra depósitos...


Pero ese mal trago pasó de inmediato, nada más salir hacia Ronda y descubrimos la A-369, posiblemente de las mejores carreteras moteras que he hecho en mi vida. Gaucín, Algatocín... son algunos de los blancos pueblos que atraviesa y que estoy seguro bien merecen una pausada visita, pero en esta ocasión la pasión motera pudo al turista y me centré en disfrutar al máximo de mi montura y del asfalto. Recuerdo enlazar hasta cinco curvas seguidas sin tocar freno ni el gas, un placer que si no montáis en moto difícilmente entenderéis, pero para que os hagáis una idea, pensad en que a pesar de la belleza de los pueblos, de la sierra y del valle, ni se me ocurrió levantar la vista de la carretera... Durante muchos kilómetros me sincronicé con Joaquín y mantuvimos el mismo ritmo de disfrute, Óscar más rápido siguió su ritmo para disfrutar de la carretera.

No obstante, el calor y los kilómetros acumulados en las posaderas aconsejaban una parada descanso que aproveché para sacar algunas fotos. La verdad sea dicha, paramos porque Óscar llevaba un rato esperándonos, las pelotillas de goma quemada en su neumático trasero explicaba su cara de felicidad.

Algatocín



Gaucín

Tan fresquitos. 



Serranía de Ronda

Creo que los tres llegamos a Ronda con una sonrisa que sobresalía del casco. Antes de llegar al Hotel, visitamos el cuartel de la Legión en Ronda por considerarlo visita obligada. Lástima que no nos dejaran entrar, porque para Joaquín hubiera sido como llevar un niño a Disney World.


 A las seis de la tarde, y con algo más de 250 km de felicidad llegábamos al Hotel, donde nos tomamos una copa que nos supo a gloria. Particularmente, me encanta sentarme con los compañeros de ruta al finalizarla y tomar algo tranquilamente mientras nos regodeamos en  -por regla general- lo bien que lo hemos pasado. En esta ocasión no fue distinto, y durante una hora estuvimos comentando lo mucho que habíamos disfrutado. Pero aunque la tarde invitaba a continuar con los gin-tonics, Óscar y yo aún teníamos las botas puestas y el traje de la moto, a diferencia de Joaquín, que más listo subió a la habitación a cambiarse nada más llegar.

Después de una hora de estar tumbados "a la bartola", dormitando y luchando aguerridamente contra una mosca cojonera, empezamos a pasar por la ducha, y poco tiempo estaban los tres pinceles listos. Una cena normalita, en una zona muy turística de Ronda precedió a una buena velada de copas, en la que como suele suceder, proyectamos nuevos viajes, nos reímos y como buenos moteros se nos fue de las manos...




 Quizás por aquéllas copas de más, ruta de menos. Efectivamente, el domingo por la mañana no estuvimos muy madrugadores, pero tardamos poco en ponernos en marcha. En esta ocasión, visitamos el casco histórico de Ronda (el Puente Nuevo ya lo conocíamos bien), en particular el barrio de San Francisco, muy conservado y cuya visita recomiendo, además está muy cerca del tan conocido puente.
La pegatina de la maleta, un regalazo.

"Más dura que la Bandit..."





Óscar nos recomendó visitar Setenil de las Bodegas, a unos 20 km de Ronda. Un acierto, un bonito pueblo de Cádiz donde desayunamos a la sombra del tajo en el que se ubican viviendas típicas al abrigo de la roca, junto al río.

A partir de ahí, Óscar tomó rumbo a Málaga, y nosotros hacía Jaén, por Lucena, un viaje y menos paradas de las deseadas, ya que debía estar pronto en casa, lo que no impidió que a nuestra llegada, sobe las tres de la tarde Joaquín y yo nos tomáramos nuestra preceptiva cañita, dando por finalizado un magnifico fin de semana en el que por encima de motos y paisajes, la buena compañía fue, sin dudas, lo mejor (Joaquín y Óscar, gracias por todo).
Fin de ruta.