miércoles, 18 de diciembre de 2013

NOVATO, ATIENDE

          No me cabe la menor duda de que el sentido último de subirte a la moto es DISFRUTAR. Nos cuesta mucho esfuerzo y trabajo poder comprar la moto, muchas discusiones con la familia, mucho tiempo ahorrando para equipación y privarnos de mucho para comprar extras y mantenerla. Demasiado sacrificio como para luego no disfrutar a lomos de nuestra querida máquina.

          Últimamente he tenido ocasión de salir a rodar con compañeros que llevan muy poco tiempo en esto de las dos ruedas, y en mayor o menor medida, coinciden en ciertos complejos absurdos que bien pueden frustrar la recompensa al esfuerzo al que me refería. 

Novatos.- No creo que exista ningún buen motero que ya lo sepa todo. Todos aprendemos algo cada vez que nos subimos a la moto, ya sea porque conocemos mejor nuestra montura, porque aprendemos qué cazadora ponernos o no, o simplemente aprendemos nuevas rutas. Todos somos novatos porque nunca terminamos de aprender.  No obstante, hay que ser consciente de la experiencia de cada uno, no vayas de sobrado con veinte mil km a las espaldas ni de humilde con medio mundo recorrido. Esta afición tiene un manual muy sencillo: kilómetros, cuantos más hagas, más irás aprendiendo,  y mientras te queden kilómetros por hacer, te quedarán cosas por aprender. Y como todo en esta vida, unos aprenden más fácilmente que otros, no te compares con nadie, lo bueno de los moteros es que somos únicos.

Miedo y respeto.- El día que tengas miedo a subirte a la moto, no lo hagas y véndela. Quien teme la moto se cae sí o sí, de modo que no tengas miedo a la moto, respétala. Y para ello es fundamental que la conozcas, y eso sólo es posible haciendo kilómetros. Poco a poco, sin darte cuenta rodarás más seguro, porque poco a poco irás conociendo más tu moto y sus límites (insospechados, créeme), pero todo ello requiere que respetes la moto y que respetes tus posibilidades. Hay un dicho que dice que sólo hay dos clases de moteros, los que se han caído y los que se van a caer, procura pertenecer el máximo tiempo al segundo grupo, y que pases al primero de forma leve.

Prudencia.- Siempre hay que ser prudente, ojalá muchos conserváramos la prudencia de nuestras primeras salidas, seguro que hubiéramos evitado algún susto que otro. La persona que empieza en la moto y es prudente seguro que hace cientos de miles de kilómetros. Con el tiempo, esa prudencia se convierte en algo natural, en el sentido de que no necesitas tener presente que hay que tener cuidado, y lo notarás cuando andando, en coche o en moto, instintivamente te fijes en como alguien se salta un ceda, como cambian de carril sin señalizarlo etc... recuerda, los moteros tenemos un instinto de conservación muy desarrollado al ser los más débiles en la carretera. La prudencia es la que nos mantiene aún rondando.

"Fulanito se mató con la moto".- Todas las semanas cae algún compañero y por desgracia es así, no hay que mirar hacia otro lado ni evitar hablar de ello, es real. Quien el domingo se va jugar al paddel sabe que volverá a casa a echarse una cerveza, nosotros debemos tener presente que las dos ruedas permiten pocos fallos y que efectivamente, en un fallo podemos perder la vida, pero ojo, que esto no nos dé miedo, sino que nos infunda respeto. Recuerda siempre que desde que arrancas la moto hasta que la dejas en la cochera te juegas el tipo, y no me vale el que también te puede caer una maceta en la cabeza paseando, señores exponemos la vida al subirnos a la moto, no lo olvidéis.  Por lo tanto, no debe ser un tema tabú, nos duele, y mucho, cada vez que sabemos de alguien  tiene un accidente, pero asumiéndolo nos ayuda a ser más respetuosos y prudentes.

No salir sólo.- No sólo porque podamos tener una avería o algo peor, sino porque cuando empezamos en esto de la moto podemos adquirir vicios o malos hábitos en la conducción. He salido y viajado mucho sólo, pero cuando más aprendo sin dudas es cuando voy siguiendo el rastro de alguien con más experiencia. De modo que de salir sólo nada, para eso estamos tus compañeros. Salir en grupo no es sólo el  buen rato del café o la caña, es observar a tus compañeros en carretera, aprender de ellos y por qué no, regañar al que corresponda. Los moteros son gente extraordinaria, recuérdalo.

Preguntar.- Si no sabes algo, pregunta. No te cortes, pregunta por qué el que te precede no ha tocado apenas el freno en las curvas, por qué sabía que la curva se abría al final, sobre mecánica, sobre tu moto, sobre las botas o los guantes, sobre todo lo que se te ocurra. Y ten presente las respuestas cuando te subas de nuevo a la moto.   Si no sabes la respuesta jamás tu pregunta será absurda.

"-¿Me habéis esperado mucho?".-Típica pregunta del principiante, que cuando pierde de vista a los que le preceden cree que los segundos son horas, y que cuando alcance al grupo éstos llevarán horas esperando. En carretera, para sacarle a alguien 10 ó 15 minutos hay que ir muy deprisa, mucho, y por supuesto pasándose por el forro el respeto, la prudencia etc... De modo que por lento que vaya el último, no son largas las esperas. Además, tampoco pasa nada por esperar a un compañero, de hecho es hasta gratificante ver cómo nos reagrupamos y comentamos la curva aquélla, la gravilla de la otra, o nos ponemos bien o el guante, las paradas nunca está de más. 

"-Gracias por esperarme".- Gracias por nada. ¿No pertenecemos a la gran familia motera? Pues entonces no hay que dar las gracias por nada. Tengo la suerte de pertenecer a MOTO JAEN (en Facebook), un grupo de grandes moteros y mejores personas. Somos un grupo variopinto, con gente y motos de todas clases, los hay con miles y miles de kilómetros a la espalda, los hay con apenas unos cientos, rápidos, lentos, de todo, y por eso cuando salimos cada uno va a su ritmo, el ritmo que el respeto y la prudencia aconseja, que lógicamente es distinto para cada uno, de modo que a los pocos kilómetros por selección "natural" el orden de marcha del grupo está definido. Sólo de esa manera disfrutarás de tus salidas, si vas pendiente de no perder a los demás, de que no te esperen o de no obstaculizar a los que te siguen, no disfrutarás de la moto, y entonces todo el esfuerzo no habrá servido de nada. Y recuerda al terminar que, los que te acompañan han disfrutado tanto o más que tu en esa ruta.

Así que, compañero, disfruta de la moto sin complejos y con cabeza.

Quedo a vuestra disposición, nos vemos en la carretera.